viernes, 9 de julio de 2010

ENCOD Boletín nº 62 Abril de 2010


TRAMPA 22

En este boletín trataré dos temas de interés actual.

En primer lugar, tanto la audiencia en el Parlamento Europeo (el 23 de
febrero) como la reunión de la Comisión de Estupefacientes->article2337]
en Viena (8 a 12 de marzo) mostraron la situación "Trampa 22" en la que
se encuentra el proceso de decisiones sobre la política de drogas en tanto
la UE como la ONU .

Luego, la pregunta es cuál debería ser la posición de Encod en el próximo
período, en las capitales nacionales, ante la Unión Europea en Bruselas y
en las Naciones Unidas en Viena.

Los días 25 y 26 de febrero representé a Encod en una reunión en
Budapest que fue organizada por HCLU, la Unión de Libertades Cívicas de
Hungría, para discutir la cooperación y la planificación entre grupos que
quieren terminar la prohibición de las drogas. Estaban presentes la Red de
Reducción de Daños de Eurasia (EHRN), la Red Internacional de Personas
que Consumen Drogas (INPUD), Release, los Abogados de la Calle de
Dinamarca y Transform. La idea de organizar una gran conferencia
europea, como la Conferencia de la Asociación Internacional para la
Reducción de Daños, fue descartada, porque probablemente resultaría en
un esfuerzo para convencer los convencidos. En el futuro próximo,
queremos enfocar sobre campañas coordinadas, propaganda contraria,
abogacía, marcar los temas. Uno de los objetivos de este grupo será crear
un tema de campaña de caracter general que puede ser empleado en
todos los países, aunque también debe ser adoptable a actitudes públicas y
realidades políticas diferentes, y combinable con temas específicamente
locales y regionales.

Mucha información ya se ha enviado sobre la Comisión de Estupefacientes
(CND) de la ONU en marzo. No fue fácil seguir lo que pasaba allí, pero ya
estaba claro pronto que nada de importancia real estaba en juego. El más
importante resultado de la CND de 2009 fue una inesperada explosión de
desacuerdo. Ella provocó la histórica carta de interpretación (sobre la
Reducción de Daños) presentada por Alemania a nombre de la mayoría de
los estados miembros de la UE y algunos otros estados. El supuesto
"consenso global" sobre la prohibición de drogas se deshizo por primera
vez en público.

La buena noticia de la CND de este año es que esta situación se ha
institucionalizada. Los desacuerdos se han profundizado y se han
endurecido. Los EEUU ha suavizado su posición de alguna manera, más en
palabras que en actos, pero la posición prohibicionista de línea dura ya ha
sido recuperado por una coalición informal entre Rusia, Japón, China,
Pakistán, Malaysia, Nigeria y Colombia. Esos países quieren incrementar
aún más la represión, mientras que la mayoría de los países europeos y
varios países latinoamericanos abiertamente expresan su crítica a la JIFE y
su deseo a políticas más liberales.

Cada vez más, en lo que ha llegado a ser un nuevo ritual en la CND, desde
ambos lados aparecen unos países con propuestas opositorias y
objeciones estandardizados. Más a menudo ello termina en un
compromiso que cambia poco o nada en la situación actual, o con una
decisión para hacer más investigaciones.


Esta última opción resultó de la propuesta de Japón para incluir semillas de
cannabis en las listas de sustancias prohibidas. Alemania y algunos otros
estados tuvieron objeciones, y que consideraban que no había un
verdadero problema y no querían limitar el comercio de cañamo industrial.
La decisión final fue de estudiar el asunto, a fines de analizar el problema
y el daño relacionado con las semillas. Por lo que yo sepa, la impresión
general es que ello no provocará una prohibición mundial de semillas de
cannabis. Muchos países están conscientes que una prohibición causará
más problemas de las que puede solver.

Mi conclusión es que estamos en una situación Trampa 22. En los debates
sobre la reforma de las políticas de drogas en las sedes de gobierno
nacionales nos refieren a las organizaciones supranacionales. La mantra es
que nada puede modificarse sin el consenso de Bruselas y Viena. Sin
embargo, cualquier propuesta que hacemos tanto ante la Unión Europea
(Comisión, Parlamento) y ante la ONU, nos responden que ellos solamente
pueden actuar de acuerdo a su mandato, y puesto que ningún país ha
pedido una modificación en las Convenciones sobre las drogas (Bolivia
siendo la única excepción, habiendo propuesto la eliminación de la
obligación a prohibir la masticación de la hoja de coca en las
convenciones) no pueden tomar en cuenta tal propuesta.


Algunas organizaciones bienintencionadas ponen su esperanza y
expectativas para el mejoramiento en un nuevo consenso internacional en
el que se aplicará el respeto a los derechos humanos y la reducción de
daños de forma completa y consistente. Como es la situación ahora, creo
que será más fácil y más productivo trabajar en el sentido de provocar el
colapso definitivo del consenso.

Lo siguiente está pensado como una propuesta para una discusión dentro
de Encod, y sobre todo dentro del grupo de lobby. Esperamos sus
opiniones en lobby@encod.org (si no eres miembro del grupo de trabajo
de lobby todavía, ver aquí como puede serlo) .

Tratando de mejorar nuestro mensaje, y de acuerdo con las “conclusiones
de Budapest”, formularé una línea de pensamientos para uso común, que
pueden ser combinados con argumentos específicos de situaciones y
problemas locales y regionales.

1. La prohibición debería ser considerada como una violación de los
derechos humanos. El consumo de drogas incluye riesgos de salud, pero
estos riesgos son de un caracter que requiere un enfoque legal regulatorio
“suave y paternalista”. La prohibición es un enfoque injusta e
innecesariamente duro, que deja la regulación del mercado de drogas en
manos de las mafias.

2. Las convenciones internacionales de estupefacientes jamás tuvieron
base científica alguna. Su suposición central es que la prohibición
disminuirá el consumo y comercio de sustancias "controladas" de manera
significativa.

3. Resulta abundantemente claro que esta suposición es falsa. La relación
entre los niveles de consumo de drogas y de adicción por un lado y la
intensidad de la represión y a políticas gubernamentales en general por
otro es inexistente o casi inexistente. El “Informe sobre los Mercados
Globales de las Drogas Ilícitas 1998 – 2007” (versión corta), editado por
Peter Reuter y Franz Trautmann, publicado por la Comisión Europea en
marzo de 2009 de nuevo lo ha demostrado.

4. Se puede sacar una importante conclusión de todo ello. No hace falta
temer una explosión de consumo de drogas luego de que los mercados de
drogas serán regulados. Las experiencias en los Países Bajos (con el acceso
decriminalizado al cannabis) y en Portugal (con la decriminalización general
de consumo y posesión para uso personal) lo han confirmado.

5. Por otro lado, la prohibición de drogas causó y continúa causando daños
enormes en una escala mundial, mientras que no se han obtenido
resultados realmente positivos.

6. Los esfuerzos para liberalizar las legislaciones de drogas nacionales
resultan siendo sistemáticamente bloqueados por referencias a las
convenciones internacionales de estupefacientes. Pero la aplicación de la
prohibición internacional de drogas normalmente está siendo legitimada
por un supuesto consenso mundial. Sin embargo, en las últimas décadas,
dentro de las reuniones de la CND han aparecido desacuerdos sobre el
carácter y la dirección de las políticas de drogas fundamentales y
aparentemente imposibles de resolver.

7. Esta situación no deja a los países individuales o en grupo desarrollar
políticas que desean introducir, sobre la base de una larga experiencia y
una sana experimentación.

8. La conclusión es que las Convenciones internacionales de drogas han
llegado a ser irrelevantes, y peor aún, un obstáculo para el progreso.

9. Las convenciones internacionales de drogas no pueden servir más como
base para políticas nacionales e internacionales. El "sistema de control de
drogas" a nivel mundial debe ser reemplazado por políticas nacionales. Es
probable que estas políticas serán desarrolladas en intensa consultación y
cooperación entre países vecinos.

10. La REGULACIÓN debe ser puesta en la agenda política.

Fredrick Polak

EUROPEAN COALITION FOR JUST AND EFFECTIVE DRUG POLICIES

Lange Lozanastraat 14 – 2018 Antwerpen - Belgium

Tel. + 32 (0)3 293 0886 / Mob. + 32 (0)495 122644

E-mail: office@encod.org / www.encod.org

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